La economía, como ciencia social, intenta explicar el complicado mundo económico, político y social en el cual el ser humano desarrolla su vida cotidiana y proyecto su existencia hacia el futuro a través de su continuidad generacional. En este contexto, la economía aborda dicha realidad a través de teorías que intentan capturar el impacto de cualquier acto o política, sus consecuencias mediatas e inmediatas y las repercusiones sobre un grupo particular o sobre todos los sectores económicos.
Este marco general permite introducir el análisis del principal esquema de resolución de los problemas económicos de una sociedad en la actualidad: el sistema de organización de una economía por medio de decisiones privadas sobre la asignación de recursos y de la determinación de la composición y distribución de los productos finales a través de la intervención directa del Estado en dicho contexto de producción privada denominado como economía mixta de mercado, método dominante a nivel mundial.
Dicha economía de mercado posee fallas que dan lugar a la intervención del Estado, con el fin de corregir los desvíos producidos así como acercar la distribución privada de la riqueza a la que social y políticamente se considera como adecuada. Al mismo tiempo, los agregados económicos registran procesos permanentes de fluctuación. Por ende, el diseño de la política económica a través de distintos contextos institucionales –que dan lugar a diferentes grados de intervención de las autoridades públicas- será abordado, en un intento por comprender cómo se puede estabilidad y/o maximizar la creación de riqueza en economías cambiantes donde reina la incertidumbre, la toma de riesgos y el imperfecto acceso a la información.
Estos lineamientos y su aplicación a nivel nacional e internacional serán tema de discusión de la presente asignatura.
La asignatura plantea el diálogo entre las ciencias humanas y las ciencias formales de la administración rural, un espacio interdisciplinario que necesita ser pensado, analizado y desentramado desde ambas perspectivas. Para hacerlo es importante considerar que esta relación es histórica, como histórico es el hombre; por ello se plantea como objeto de estudio al hombre como sujeto histórico y su relación con el medio, la sociedad, las ciencias y la tecnología. Lo rural, nos remite a una parte de la sociedad argentina que tiene una historia particular, estudiarla en su singularidad para encontrar las características que hace posible compartir sus significados y comprender como se ha modificado a través de los distintos cambios económicos, políticos y sociales de la Argentina, como asi también el impacto de las nuevas tecnologías y las revoluciones que lo atraviesan.
McMichael, Phillip, en su Conferencia Internacional “The agrarian question revisited on aglobal scale” , expresa “...En un mundo en el que rápidamente se hacen evidentes los límites de los paradigmas industriales estamos redescubriendo el hecho histórico de que el control de la tierra y de los alimentos ha sido un elemento fundamental de la ecuación política, tanto dentro y entre estados, por una parte, como mediante la construcción y reconstrucción de las dietas, por la otra. El pasaje a lo largo de este siglo de la cuestión de la tenencia de la tierra (la cuestión agraria clásica) a las cuestiones alimentarias y verdes aparece recurrente. O sea, que los movimientos globales que resisten el ideal autoregulado del mercado impulsado por las corporaciones, procuran reintegrar estas dos cuestiones que históricamente fueron separadas entre sí...”. Asi la globalización se transforma en otro proceso generador de cambios a través de sus actores trasnacionales y sus relaciones de poder. En consecuencia, en estos tiempos donde el avance tecnológico, cercena los demás factores y el consumo se traduce en necesidades, es propicio desde la Universidad analizar y desmitificar el rol de la tecnología en la sociedad. Esta tecnología omnipresente, pero de ningún modo unidimensional, parece dirigir con altas velocidades el futuro del hombre, de la humanidad y del sector; por ello es importante analizarla como componente de un sistema social y como configurador de nuevas problemáticas sociales. Por último, estudiar la relación que existe entre Desarrollo y Medio Ambiente, pensar cómo se vincula este sector con el cuidado del medio ambiente, como impactan los cambios de la tecnología en el ambiente y cómo incide en el desarrollo del país. Conocer los Objetivos de Desarrollo Sostenible determinados por la Unesco para el 2030, en los cuales participa nuestro país y visualizar la participación de los Ministerio de Industria y Agricultura
En su Plan Estratégico Institucional 2015-2030, el INTA se planteó como misión “Impulsar la innovación y contribuir al desarrollo sostenible de un sector agropecuario, agroalimentario y agroindustrial competitivo, inclusivo, equitativo y cuidadoso del ambiente, a través de la investigación, la extensión, el desarrollo de tecnologías, el aporte a la formulación de políticas públicas y la articulación y la cooperación nacional e internacional. Pero… ¿qué tipo de innovaciones se deben impulsar? ¿Cómo puede llevarse a cabo esta tarea? ¿Quiénes se benefician de las innovaciones? ¿Por qué algunos procesos de intervención son “exitosos” y otros no? estos y algunos interrogantes más solo pueden abordarse desde una mirada amplia y sistémica que promueve la reflexión y el debate universitario.
Dada
la enorme importancia que tiene en nuestro país el sector agroindustrial y las
ventajas comparativas para la producción de alimentos, se ha considerado
oportuno preparar al Licenciado en Administración Rural para el ejercicio de la práctica profesional en ésta área de
conocimientos.-
Los continuos avances científicos y tecnológicos requieren de profesionales capaces de interpretar la importancia de la calidad en la materia prima producida en el campo y las exigencias del sector industrial de manera de poder obtner la maxima eficiencia y la mayor rentabilidad de la producción agropecuaria.-
El Licenciado en Administración Rural debe conocer las diferentes altenativas de industrialización de la producción primaria, los procesos que se realizan sobre las materias primas hasta obtner el producto final, las exigencias de los mercados agroalimentarios, quienes son y como operan los principales actores del sector.-
Se pretende que el Licenciado en Administración Rural pueda aplicar estos nuevos conocimientos en todos los eslabones de la cadena para cargar un mayor valor agregado a la producción primaria.-
El Licenciado en Administración Rural cuenta con los conocimientos tecnológicos necesarios sobre producción rural, comercia1ización, transformación industrial de los productos, así como sobre los recursos naturales, el capital, las instalaciones, la maquinaria y los insumos, como para poder ponderar con solvencia el diseño de los procesos productivos, la adecuación de las prácticas utilizadas, la concreción del objetivo perseguido y la incidencia relativa de las restricciones.-
En virtud de ello, esta asignatura aporta conceptos específicos que le permiten conocer las agroindustrias existentes en el área de influencia, su ubicación y capacidad. El modo en que se abastecen y operan, los procesos que realizan así como el tipo de producto y su destino.-
Se propone también aportar conocimientos y desarrollar capacidades que le permitan al futuro egresado aplicar y adoptar las tecnologías existentes, realizar estudios de prefactibilidad de nuevos emprendimientos y gerenciar proyectos agroindustriales .-Profesor Titular: Prof. Ing. Hugo Alberto Dellavedova
Nuestro país inicia su
proceso económico basado fundamentalmente en la producción agropecuaria,
proyectándose en los diversos mercados internacionales donde progresivamente fue
colocando sus productos. Fue el modelo agroexportador
que previamente recepto a millones de inmigrantes del viejo mundo que se
incorporaron a diversas actividades aunque ponderadamente a las agrícolas
ganaderas. A pesar de que las
formulaciones normativas alentaron este trasvasamiento, desde el preámbulo de
la Constitución Nacional pasando por la Ley de Avellaneda Nº 817 la realidad
fue otra. Fue el desconocimiento de
estos derechos y la explotación de los
colonos. Dando lugar así a las primeras
huelgas agrarias generando un “tipo social” agrario que se conoce como “los
chacareros” que se diferencian de los estancieros y las compañías de tierras. Diferencias que se encuentran vigentes aún
hoy aunque tipificadas con otros nombres.
Entre mediados del siglo XIX y 1930 se consolida en nuestro país un modelo de economía abierta, que se incorporó a la economía mundial a partir de las exportaciones agropecuarias, fundamentalmente carnes y granos de la región pampeana, ubicándola como la sexta economía mundial en la década del 20. Mientras que en distintas regiones del país se destacaron – y destacan – producciones especializadas como son la caña de azúcar, el té, la yerba mate, la vid, algodón, lana, tabaco, etc. (productos típicos de las llamadas economías regionales).
Todo este proceso a la vez que generaba la acumulación de bienes y servicios, también daba nacimiento a nuevos actores socioeconómicos que se fueron manifestando en la sociedad argentina a través de sus organizaciones representativas, cuyos intereses en algunos casos se contraponían en forma manifiesta. Cuestiones como el uso y tenencia de la tierra, sistemas de comercialización, legislación agraria, criterios de política impositiva y crediticia, como asimismo de políticas sociales, fueron dividiendo claramente los postulados programáticos y la acción reivindicativa de las asociaciones gremiales, alcanzando sus mayores diferencias entre la Sociedad Rural Argentina y la Federación Agraria Argentina.
En los últimos tiempos el proceso de la economía en general y de la Agricultura en particular, y las políticas neoliberales de la década del 90 plantearon un escenario de progresiva concentración de los recursos (tierra, tecnología, financiamiento, etc,). Ello produjo un desmembramiento del tejido social agrario, con la exclusión de su medio natural de más de ciento treinta mil pequeños y medianos productores.
Mientras tanto los paquetes tecnológicos y la expansión de la frontera agrícola, fueron determinando crecientes volúmenes de producción granaria (duplicándose en los últimos a 20 años, fundamentalmente a partir de la extraordinaria incorporación del cultivo de soja en diversas áreas geográficas del territorio nacional. Proceso controvertido conocido como la “sojizacion” de la agricultura argentina).
Este fenomenal avance la llamada agricultura industrial, con la participación de los pools de siembre, los grupos de inversores y grande contratistas fueron debilitando la agricultura familiar, generando una tensión que de no mediar políticas públicas equilibradoras, seguramente nos encontraremos a mediano plazo con una “agricultura sin agricultores” con tremendo efectos económicos, sociales, ambientales y culturales en el campo argentino.
Todo este devenir histórico es preciso recórrelo para comprender la importancia del sector agropecuario, no solo en la economía nacional, sino en la vida misma de los argentinos, y sobre todo en las miles de comunidades del interior, cuyo sostén fundamental sigue siendo la economía agraria y las industrias ligadas a este sector primario.
Por ello en esta Licenciatura en Administración Rural es fundamental que los estudiantes reconozcan estos sucesivos escenarios que vinculan a la Argentina con el mundo, que explican las políticas erráticas que se ha seguido en esta materia. Pero que, a su vez, contextualicen la enorme importancia de este sector en la economía y en la sociedad argentina.
Puedan asimismo visualizar los movimientos sociales agrarios y las organizaciones del sector con sus intereses que le son propios y, como actualmente, en una nueva visión del territorio podemos integrar la ruralidad en los procesos de desarrollo local y regional.
Finalmente el proceso que se inicia a partir de la controvertida Resolución 125 del Ministerio de Economía de la Nación que establece retenciones a la producciones granarias, genera un escenario especial en el país que da lugar a diversas interpretaciones de orden económico, político, sociológico e histórico, que, aunque sin perspectivas de tiempo frente a la tan notoria proximidad con los acontecimientos, es inevitable su abordaje. Aunque, repito, con la prudencia que exige un análisis de acontecimientos que están sucediendo contemporáneamente.-